
Recientemente decíamos que montar una empresa no es fácil. Muchas de las recién nacidas ni siquiera llegan al año de vida. La mayoría no cumplirán ni siquiera cinco años. Y a pesar de ellos, muchos valientes se van a lanzar para ganar dinero sirviendo a sus conciudadanos. Aquí van algunos consejos, igual que en la primera parte de nuestra entrega, inspirados por Manuel Gross, para los que quieran lanzarse a la aventura empresarial, más difícil incluso que visitar la Selva de Sumatra.
1. ¿Dónde se va a establecer la empresa?
Cuando ya sabemos qué queremos hacer, con quién lo vamos a hacer y cómo lo vamos a hacer hay que decidir dónde vamos a desarrollar la idea empresarial. No es una decisión baladí. No es lo mismo emprender en California que en Argentina. Y no es lo mismo establecernos en la calle principal de un gran ciudad que en un remoto polígono industrial.
2. ¿Cuándo vamos a comenzar a trabajar?
Hay factores que pueden hacer que tomemos una decisión u otra. Así habrá que tener en cuenta factores como podrían ser: el plazo en el pago de impuestos, esperar al momento en el que la estacionalidad de la actividad sea la más adecuada y otros factores similares. El timing a veces es muy importante.
3. ¿Con qué contamos para empezar?
Fundamentales resultan los recursos económicos con los que podemos hacer frente al inicio de la actividad y con los que ya podamos contar, al igual que es básico saber de que recursos humanos disponemos. No es lo mismo contar con gente joven y sin experiencia que con un graduado en Harvard que lo sabe todo del mercado en cuestión.